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domingo, 8 de julio de 2012

EL PROYECTO "GUN NOSE" (1966-1968)

MODERNIZACION PARA OPERACIONES COIN.
Fuerza Aérea de Chile.

Por Danilo Villarroel Canga.


Es sabido que el Gobierno Norteamericano colaboró directa o indirectamente en muchas acciones antiguerrilleras que se desarrollaban en varios lugares del planeta. Para el caso específico de Latinoamérica, donde numerosos focos de insurgentes amenazaban constantemente las democracias centro y sud americanas, una de las tantas acciones llevadas a cabo en la década de 60 consistió en transformar aviones Douglas B-26 para efectuar operaciones contra-insurgencia o comúnmente denominadas COIN.
Chile no estuvo ajeno a estos procesos y en marzo de 1966 se inició en Cerro Moreno el proyecto de modernización de aeronaves denominado “Gun Nose” (artillado de nariz), que contemplaba dos fases fundamentales y relacionadas entre si.
Básicamente este proyecto no era otra cosa que la transformación de los aviones modelo B-26C de nariz acristalada (de plexiglás) en modelo B-26B de nariz metálica artillada.
La primera era una fase de modernización aplicada a los 17 aviones B-26 que estaban en servicio y que consistió en cambiar todos los cables, conectores y sistemas eléctricos que debido al tiempo de uso ya no eran confiables. Todo esto para poder instalar el nuevo equipamiento VOR de ayuda a la navegación, nuevos horizontes artificiales universales y compases más modernos, además de montar los sistemas eléctricos que permitirían accionar el nuevo armamento incorporado en la nariz. Esta primera parte del programa estuvo apoyada por un técnico electrónico norteamericano.
La segunda fase que fue de carácter estructural, consistió en eliminar las dos torretas, las miras periscópicas y desmontar las narices transparentes originales para reemplazarlas por una artillada con seis ametralladoras calibre 50. Con tal propósito el gobierno norteamericano autorizó el envío a nuestro país de ocho kits completos de narices artillables con la finalidad de transformar igual número de aviones. Los aparatos que finalmente se modificaron en esta fase fueron los Nº 818, 824, 832, 835, 840, 842, 845 y 846.
También durante esta etapa fue necesaria la instalación de contrapesos en el fuselaje trasero (cono de cola) para mantener el centro de gravedad de los aparatos. Estas barras de lastre fabricadas de plomo fundido, fueron colocadas en estructuras de madera especialmente diseñadas y confeccionadas por el personal de la carpintería del Ala N° 1.
Esta segunda fase contó con el apoyo de tres especialistas norteamericanos, uno estructural y dos en armamentos. Quedaron excluidos de esta etapa siete bombarderos los cuales continuaron con nariz transparente (con mira Norden), más los entrenadores TB-26B números 848 (dual) y 849 (manguero) los cuales nunca portaron armamento.
Toda la reconversión se efectuó en el hangar rojo de Cerro Moreno, el que estaba asignado al Grupo de Abastecimiento y Mantenimiento (G.A.M.). Como jefe del proyecto se nombró al comandante de escuadrilla (I) Agustín Beltrami V., quien además de ser asesorado por los técnicos norteamericanos contó también con el apoyo de personal mecánico del G.A.M. y del Ala de Mantenimiento.
Coordinador entre el equipo de trabajo y el Comando del Material se designó al comandante (I) Julio Téllez C.
Como inspector de los trabajos se nombró al suboficial inspector Miguel Jiménez M., de dotación del Ala de Mantenimiento, quien tuvo la responsabilidad de supervisar los trabajos antes mencionados de acuerdo a las órdenes técnicas.  
También colaboraron en estas modificaciones los mecánicos tripulantes de los aviones que iniciaban las modificaciones señaladas.

La nómina de especialistas que participaron en la realización de este proyecto fue la siguiente:

Personal del G.A.M. ALA 1: Sgto.  2° Luís Pizarro B., Cabo  1° Cesar Alegría, Cabo  1° Carlos Ríos, Cabo  1°, German Cortés, Cabo  1° Luís Vergara P., Cabo 1° Osvaldo Folch O., Cabo 1° Carlos Gallardo Q., Cabo 2° Marcelo Wong F., Cabo 2° Reinaldo Tapia S., Cabo   2° Roberto San Martín D.

Personal  del ALAMANT: Suboficial Miguel Jiménez M., Sargento 1° Juan Vega P., Cabo 1° Carlos Caviedes H., Cabo  1° Manuel Peralta, Cabo 1° Eduardo Ibáñez T.

Estas modificaciones demoraron poco más de dos años, tanto así que el año 1966 se entregaron solamente tres aparatos debido a la complejidad de la primera fase del proyecto. Los trabajos realizados a este primer grupo de aviones fueron los siguientes; avión 840 renovación del sistema eléctrico y artillado de nariz, avión 845 renovación del sistema eléctrico, artillado de nariz y transformación a doble comando y por ultimo avión 848 renovación del sistema eléctrico y transformación a manguero.
El primer aparato en terminarse y ser entregado a la FACh fue el Nº 840 y durante el siguiente año (1967) se modificaron los bombarderos Nº 818 (ex fotogramétrico), 824, 835, 832 (ex fotogramétrico), 846 y 842.
Finalmente el año 1968 se terminaron los aparatos Nº 843, 839, 816, 815, 817, 820 y 849. El avión 812 no alcanzó a ingresar a este proyecto ya que se perdió en un accidente en las cercanías de El Monte el 21 de junio de 1966.
Además de las modificaciones ya señaladas los aviones artillados fueron implementados con cámaras para control de tiro y/o reconocimiento. Estas cámaras del tipo AN-N6 G. S. A. P (Gun Sight Aiming Point) fabricadas por la Fairchild Camera and Instrument Corp. durante la Segunda Guerra Mundial, podían usarse en sincronía con los disparos o independientemente como cámara de reconocimiento.
Los ejercicios de tiro con este nuevo tipo de armamento se realizaron en el polígono de Cerro Moreno. En un principio y luego de realizar dichas pruebas los aviones debieron regresar a la base para efectuarles los ajustes estructurales y calibraciones de armamento necesarias de cada caso. Cuentan como anécdota los pilotos que al disparar las ráfagas sobre los blancos usualmente la cabina se llenaba de humo dificultando temporalmente el control del mismo.
Con motivo de estas modificaciones los pilotos, mecánicos y armeros debieron ser sometidos a un reentrenamiento general en tácticas de ataque a tierra y mantenimiento respectivamente. Un primer raid de practica e instrucción se llevó a cabo a finales de 1967, en esa oportunidad algunos B-26 se trasladaron a la zona sur para participar en los ejercicios anuales que se desarrollaron en Puerto Montt.
En los años posteriores y como parte del entrenamiento de las nuevas tripulaciones se continuaron con estos ejercicios en diversos polígonos del país.
Esta modernización permitió que más tarde algunos pilotos recibieran en estos bombarderos su certificación de aproximación con el equipo VOR, lo que demuestra que estos nobles aparatos continuaban vigentes a pesar del paso del tiempo.
A principios de la década del 70, varios de estos B-26 fueron camuflados con pintura permanente en tonos verde y arena, pero la escasez de apoyo logístico redujo notablemente las operaciones aéreas, siendo retirados paulatinamente del servicio.
Finalmente y para concluir, diremos que nuestro país no debió enfrentar conflictos de baja intensidad por lo cual estos bombarderos no fueron utilizados para este tipo de acciones COIN, sin embargo, se tiene conocimiento de que durante los primeros días del pronunciamiento militar de 1973 se realizaron algunas misiones de patrullaje de este tipo.

Hoy podemos apreciar el B-26B "Gun Nose" Nº 840 (s/n 41-39537) muy bien preservado en el Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio de Chile.



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